​Este va a ser nuestro próximo proyecto​. 

​Proyecto destinado a la intervención temprana a niños con trastornos del espectro autista (TEA)​.

En el proyecto Ningún PEKE sin Terapia​​ la asociación Mr.Dogs realizará un programa de Sesiones de Terapia Asistida con Perros que pretende llegar a los niños que lo requieran de la Región de Murcia con el menor coste o incluso sin ningún coste para ellos, envíanos tu solicitud y estudiaremos en cada caso la viabilidad de realizarlo y la posibilidad de patrocinar del 10% o el 100% del programa.

Podemos realizar estas sesiones gracias ​a patrocinadores generosos y solidarios por una buena causa que quieran colaborar en nuestros programas, actualmente queremos agradecer a nuestros patrocinadores el apoyo que nos brindan en otros programas que realizamos.

​Muchas gracias a:
Balneario de Archena
​​La Niña del Sur
​​Puertas Padilla
​PekeRico

¿Quieres colaborar con Mr.Dogs?

Si eres una empresa solidaria y quieres colaborar en algún proyecto de Educación o Terapia Asistida con Perros, ponte en contacto con nosotros y te ofreceremos algunos proyectos interesantes que tenemos esperando financiación.

Objetivos principales a trabajar en las sesiones.

La idea de utilizar un perro con los niños autistas parte del hecho de que el nivel de comunicación que exige un animal es muy inferior al que plantea un humano. “Por ejemplo, intentamos que estos chicos expresen órdenes del tipo siéntate, levántate. Una única palabra es suficiente para que el animal le obedezca”.

No obstante, la situación varía mucho de un chico a otro, en función del nivel intelectual que posea, o de su capacidad para el lenguaje verbal.

Con esta técnica se pretende cambiar los roles a los que habitualmente está acostumbrado un niño con autismo. “Buscamos que ellos controlen su propio entorno, propiciamos que den órdenes, algo que jamás han hecho”.

Hay que tener en cuenta que para un niño que padece autismo es fundamental la rutina y respetar siempre los mismos horarios, porque eso les ayuda a ubicarse dentro del propio día. Estos niños además están acostumbrados a que la actividad diaria esté siempre organizada por los adultos. “Con el perro cambian los roles. El niño ordena al perro, al mismo tiempo que se le da la posibilidad de alterar el orden de las fases en que está organizada la terapia”.

Los aspectos que se trabajan con esta técnica van mucho más allá. Se intenta estimular su capacidad de afecto. La mayoría siente cierto miedo a los animales. Así que la aproximación es progresiva hasta que adquieren confianza. “Aprenden a acariciarle el lomo, como si fuera un juego, y se dan cuenta de que no les pasa nada, y de que el animal les corresponde cariñosamente. Esto es fundamental, porque estos niños no suelen tener adquirida la habilidad de dar afecto”.

La terapia es también una excusa perfecta para trabajar otro tipo de cuestiones, como la expresión de emociones y las actitudes pre-sociales. Se tiene en cuenta también el saludo voluntario, cuando acuden o se van al centro donde se realizan las clases.

La terapia busca reconocer las distintas partes del cuerpo, propiciar un acercamiento al animal, darle de comer y de beber, órdenes, acariciarle, ponerle la correa y pasearlo en primer lugar en el local y después por la calle. “Es increíble verlos acercarse al perro una vez que le tienen confianza. Al final comienzan a sentir afecto por estos animales a los que hace unos meses temían”.

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